La importancia del cálculo de la huella de carbono

Los efectos del cambio climático ya se evidencian en diferentes destinos del mundo, y es responsabilidad de todos contribuir y colaborar para hacer frente a este gran reto. Como organizaciones, tenemos la capacidad de desarrollar estrategias para reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y convertirnos en agentes de cambio y desarrollo.

La huella de carbono, es un indicador que cuantifica nuestras emisiones directas e indirectas de GEI, y se presenta como una cantidad de CO₂ equivalente (CO₂eq). Este último término nace para simplificar la presentación de la información, puesto que además del CO₂, existen otros GEI que se deben tomar en cuenta. El CO₂eq de un gas de efecto invernadero se traduce en la cantidad de CO₂ que este equivaldría tomando en cuenta su potencial de calentamiento global (GWP en inglés).  Por ejemplo, el metano (CH₄), tiene un potencial de calentamiento global aproximadamente 25 veces más fuerte que el CO₂, por lo que el impacto de una tonelada de metano sería igual al de 25 toneladas de CO₂ (25 toneladas de CO₂ equivalente).

El cálculo de la huella de carbono de nuestra empresa, de nuestros servicios y de nuestros productos, es el paso inicial para entender que impactos tenemos a nivel de emisiones de GEI, y a partir de ahí poder delinear acciones que nos ayudarán a reducirlas mediante un plan de acción. Esto, además de demostrar nuestro compromiso con la sostenibilidad, nos puede traer otros beneficios como:

• Determinar los procesos o las áreas de nuestra organización en donde se generan más emisiones.
• Mejorar nuestra eficiencia energética y optimizar nuestro uso de recursos.
• Disminuir costos operativos, ahorrar energía y dinero.
• Incrementar nuestra competitividad y mejorar nuestra imagen con los clientes.

Para realizar este cálculo existen diversas normas o metodologías, entre las cuáles podemos destacar a la ISO 14064 para huella de carbono de organizaciones, a la ISO 14067 para huella de carbono de productos, al GHG (Greenhouse Gas) Protocol y a las normas PAS desarrolladas por el BSI (British Standards Institute).

Todas estas normas, si bien cada una posee características distintas, siguen unos pasos similares, que detallamos a continuación:

1. Definición de los límites, el alcance y el espacio temporal (por lo general un año) de nuestra medición.
2. Identificar las fuentes directas e indirectas de emisiones de GEI.
3. Recopilar los datos e información de la actividad de estas fuentes. Por ejemplo: la cantidad de combustible que han consumido los vehículos de nuestra organización.
4. Obtener los factores de emisión
5. Calcular la huella de carbono, multiplicando la actividad por el factor de emisión.

Una vez calculada, debemos delinear un plan de acción que nos permita reducir y compensar la huella de carbono. Nuestro cálculo será el respaldo para determinar objetivos alcanzables, definir acciones concretas, establecer responsabilidades y tiempos de ejecución, y trazar el camino para que nuestra organización reduzca sus emisiones y aporte al desarrollo sostenible.

En principio, calcular la huella de carbono puede parecer intimidante y complicado, por eso desde Pax# Genuine Tourism Advisors nos ofrecemos para guiarte y acompañar a tu organización en este proceso, ponemos a disposición nuestra experiencia y personal capacitado en las metodologías de cálculo. Es importante recalcar que la sostenibilidad requiere de una extensa colaboración, y en Pax# creemos firmemente que trabajando en conjunto podemos tener un fuerte impacto positivo en nuestro planeta y nuestra sociedad.