¿Existe realmente la equidad en el turismo? El turismo es una actividad transversal con un potencial enorme para contribuir al desarrollo económico y mejorar la calidad de vida de los residentes. Así mismo, preservar la biodiversidad, las tradiciones y la cultura.
Pero aunque suene muy bonito, la realidad es otra. Pues, realmente en pocos destinos esto ocurre. Los recursos económicos obtenidos gracias al turismo se desvían y no generan el impacto positivo que deberían en la población local.
¿Qué sucede actualmente con la equidad en el turismo?
La actividad turística depende inmensamente de los servicios, infraestructuras y de los locales. No podemos negar que la experiencia de un turista, independientemente de lo que haga o donde esté, se verá altamente influenciada por factores humanos, materiales e inmateriales locales.
Pese a lo anterior, podemos presenciar numerosos modelos turísticos «extractivistas». Estos modelos solo utilizan el valor de un destino en el que contribuyen poco o nada a su desarrollo.
Y, en el peor de los casos, dejando un impacto negativo en el lugar. Esto ocurre, en gran parte, porque los recursos que gastan los turistas no se quedan en el territorio y se terminan redirigiendo a otros sitios distantes.
Por ejemplo, modelos como los resorts todo incluido o los cruceros crean una especie de burbuja económica. Todos los gastos de los turistas terminan en una sola o un conjunto limitado de empresas, excluyendo a los negocios y trabajadores locales.
Según un estudio hecho por la OMT en 2014, se demostró que en el Caribe se fugaba alrededor del 80% del gasto turístico. Esto significa que la distribución de riqueza generada por el turismo era extremadamente desigual.
¿Qué impacto tiene la falta de equidad turística?
La falta de equidad en el turismo no solo tiene consecuencias económicas, sino también sociales y culturales. Cuando los beneficios del turismo se concentran en unas pocas manos, se crean divisiones y resentimientos dentro de las comunidades locales.
La falta de participación de la población local en la industria turística puede tener consecuencias significativas. Algunas de ellas son: la pérdida de identidad cultural y la degradación del patrimonio natural y cultural.
Esta situación también tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Pues, los modelos turísticos al no priorizar proveedores y productos locales promueven la importación y esto tiene un gran impacto ambiental por el transporte de bienes y productos. Y en consecuencia, pueden causar daños irreversibles al entorno natural.
Oportunidades para fomentar la equidad en el turismo
Definitivamente, el cambio hacia un modelo de turismo más equitativo y sostenible debe ser el enfoque actual. Pues, es fundamental para abordar no sólo las desigualdades económicas, sino también para mitigar el impacto negativo en el medio ambiente.
El enfoque en el turismo de aventura, turismo comunitario, ecoturismo y turismo rural representa una oportunidad real para impulsar la participación activa de las comunidades locales.
También, para preservar el patrimonio cultural y natural, y distribuir de manera justa los beneficios económicos.
Al fomentar la proximidad de proveedores y trabajadores, estos modelos contribuyen a reducir las emisiones de carbono y apoyan el desarrollo sostenible a nivel local.
El papel de los gobiernos
Los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil desempeñan un papel crucial en la promoción de la equidad en el turismo. Los gobiernos deben establecer políticas y regulaciones que garanticen una distribución justa de los beneficios del turismo.
Igualmente, que incentiven la participación activa de las comunidades locales en la industria turística. Además, deben invertir en infraestructura turística sostenible y en programas de capacitación para los residentes locales.
El turismo sufre de una verdadera crisis de equidad en el turismo, y es momento de repensar el modelo actual; que solo se enfoca en maximizar las ganancias de unos pocos actores, considerando poco al resto de participantes que son igualmente importantes en una experiencia turística.
Solo a través de la promoción de modelos turísticos sostenibles y equitativos se podrá garantizar un desarrollo económico genuino y duradero en los destinos turísticos.